Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

sábado

se trata de preguntar...




Because if it's not love, then it's the Bomb, the Bomb, the Bomb, the Bomb, the Bomb, the Bomb, the Bomb... that will bring us together.

viernes

en los oídos

La guerra no tiene música
mientras se muere,
todas la melodías son sugeridas

en los campos de batalla
nadie
solo golpes  
las balas           caen
gritos rompen silencio


hay un solo sonido irrenunciable.



la presentación

Era una sorpresa,
me lo avisaba un colorado;
y yo entraba al salón ridículamente cargada
con bolsas de lechuga y tomate
llenas, cada verdura por separado,
las dejaba en el suelo y comenzaba a saludar
uno por uno con un beso
el maquillaje de las mujeres se me pegoteaba
en la cara, me raspaba la barba de los hombres,
tu padre, tu abuelo y creo, tu tío.
No sabía donde terminaba
la ronda de saludos cordiales;
esa prueba de educación infinita.
Y cuando me colgué de tu espalda
cansada, tu panza se desinfló
fue un abrazo sincero, vos me diste
un beso en el cachete, dijiste que lo habías planeado
hace tiempo y te sentías tan orgulloso de mí.
A mí me pesaban las miradas
nunca me creí capaz,
ahora ya soy parte
es una gran sorpresa.




lunes

La isla

Hombres que se desparraman, hay gritos de mujeres en sus ojos. El patio es una gran aldea de agua, cada gota revienta el límite. Los uniformes tiran en los hombros, en las espaldas secuestradas. El cinto y la chapa identifica al héroe. Cuerpo a cuerpo como engranajes, marchan. Hace meses que el mundo se traga sin respirar. Cada cuento se guarda en los ojos, la historia se archiva según cada uno. Esta mañana, el cielo se despertó más natal que nunca: las nubes en delta, ellos agradecen esa calma eventual. A veces, piensan que solo el dolor los mantiene vivos. A otros los anestesia, dicen. En sus corazones hay un leño húmedo, incapaz de enfurecerse. Eso es lo que más los lastima. El no poder ser hoguera. Nadie celebra los crímenes, las versiones moran oscuras en sus cabezas. La noche limpia, trae nueva esperanza. Y ya es hoy, otra vez. La medianera baja y empolvada del patio es el único horizonte. El perfil del compañero en línea emana calor y miedo, una vez más. Pero algo es diferente: puntos negros y rojos en la lejanía, apenas creciendo sobre el agua. El aire ya no huele a pólvora. Una mirada se afloja y en dominó, el resto. Una posible señal alumbra los rostros. Ya casi sale el sol, ahora todos aguardan deseosos, sin ánimo de amar. 

balcón: allá el pecho abierto

Lejos, la grúa como péndulo
de eso que pesa tanto
el cielo es un páramo inhóspito
donde el potro manso llora
después del bautismo,
lo miramos con el mate quieto en la garganta
aún caliente, algo entre los tres
se endureció y yace casi muerto.

Hay algo que no se puede

Hay algo que no se puede
inclinás tu cabeza, los ojos estan bajos
no hay mueca en nuestras bocas
atrás el paisaje es tenue, la foto no se entiende
mi raya al medio, tu ceja en relevé
qué miramos
Eso ya pasó, caminó cuadras con baldosas rotas
no hay jarrón con cera, pero
no hay sinceridad
la curita sin pegamento es inútil
se pudrió el ramo de violetas   sin agua tus ojos
miran duro    me voy para atrás toda mi memoria
me enrollo en imágenes     paganas como la canción
el cielo es un flash inintermitente    la escucho
solos    uno a la par del otro     vemos el sepulcro
todo perdió el color
ahora esperamos el sacramento.

domingo

Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene!





Banderas en tu corazón
yo quiero verlas
ondeando luzca el sol o no
banderas rojas, banderas negras,
de lienzo blanco en tu corazón.
Perfume al filo del dolor.
(así invisible)
licor venéreo del amor
que está en las pieles, sedas de sedas,
que guarda nombres en tu corazón.
Son pájaros de la noche
que oímos cantar y nunca vemos,
cuando el granizo golpeó
la campana sonó,
despertó sus tristezas atronando sus nidos.
Esperando allí nomás,
en el camino, la bella señora está, desencarnada.
cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.
Estás cambiando más que yo (yira, yira, yira).
Asusta un poco verte así (yira, yira, yira)
cuanto más alto trepa el monito,
así es la vida, el culo más se le ve.
Yo sé que no puedo darte
algo más que un par de promesas, no:
ticks de la revolución,
implacable rocanrol
y un par de sienes ardientes que son todo el tesoro.
Tan veloces son,
como borrones, así veloces.
hundiendo el acelerador
atragantados por los licores,
soplando brasas en tu corazón.
Vas a robarle el gorro al diablo así:
adorándolo, como quiere él, engañandolo.
Sin tus banderas, sedas de sedas,
que guardan nombres en tu corazón.
Este asunto está ahora y para siempre en tus manos, nene.
(por primera vez vas a robar algo más que puta guita)
Cuando la noche es más oscura
se viene el día en tu corazón.
sin ese diablo que mea en todas partes
y en ningún lado hace espuma.

Para escuchar cuando se corta la luz...




...e improvisamos con una vela un poco de romanticismo barato.

sábado

Detergente mental


Es hora de despegar las palabras
Ir al techo de las cosas 
Rasquetear el cielo de las ideas inmundas
de allá!
Un porno del pensamiento no sirve
vamos más allá!
Lo útil está en la carne 
de la sensación, lo último del deseo
Va en serio
Despeguemos lo mensajes 
a la azotea!
escalones en caos, otro piso
Ahí van: las caras sudadas
las lenguas rumiantes
Los restos, comámoslos.
Mastiquemos el lenguaje
tragos largos, animáte.
A frotar los jugos hasta que tomen cuerpo
Tenés miedo a la masa? 
Abrila en gajos, aspirátela
El estereotipo, ponelo al mango
Con la música, sacudí el polvo
No lo hagas para la tv 
Compartilo, hacete humano
hacete hombre y mujer,
se sexo!
Hasta ahí no, sacalo de a poco
el delantal de las hipótesis
pesa menos cuando sonreís
Estás cansada de tantas posiciones
Relajá, que sea solo el deseo
lo que se tambalea
en el piso, no esperes más,
destrozalo en tu boca.

miércoles

destino

La ruta al volante
médanos de tierra en las manos
el equilibrio se pierde,
andamos sin nafta
hace un frío malo



hace cuánto que estamos así,


empujados por aliento 
observados por estrellas. 



día del amigo




Vamos a hacer algo para el día del amigo?

Vamos a hacer algo el día
que alguien

Vamos a ser amigos ese día
en el que

Vamos a hacer
y a ser

vamos?

el borde


Rotos apoyados en taza, arden
palabras por el humo, duelen
deslizándose 
momentos en pedazos 
como café       quema en las paredes
blandas  me duelen
tu voz en el borde y
me duele en los labios.

martes

La prueba de haber estado en ti se limitará a mis palabras en las que nadie creerá.


CONVERSACIÓN CON UNA PIEDRA

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
Quiero penetrar en tu interior,
echar un vistazo,
respirarte.

-Vete -dice la piedra-.
Estoy herméticamente cerrada.
Incluso hecha añicos,
sería añicos cerrados.
Incluso hecha polvo,
sería polvo cerrado.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
Vengo por mera curiosidad.
Sólo la vida permite satisfacerla.
Quisiera pasearme por tu palacio,
y luego visitar una hoja y una gota de agua.
No me queda mucho tiempo.
Mi mortalidad debería ablandarte.

-Soy de piedra –dice la piedra-
Imposible perturbar mi seriedad.
Vete,
no tengo músculos risorios.
Llamo a la puerta de una piedra.
Soy yo, déjame entrar.
Me han dicho que encierras salas enormes y vacías,
nunca vistas y bellas en vano,
mudas, donde nunca han retumbado los pasos de nadie.
Confiésalo: ni tú misma lo sabías.

-Salas enormes y vacías –dice la piedra-.
Pero no hay espacio disponible.
Bellas, quizá, pero no para el gusto
de tus limitados sentidos.
Puedes verme pero nunca catarme.
Mi superficie te da la cara,
pero mi interior te vuelve la espalda.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
En ti no busco refugio para la eternidad.
No soy desdichado.
Ni carezco de techo.
Mi mundo merece el regreso.
Quiero entrar y salir con las manos vacías.
La prueba de haber estado en ti
se limitará a mis palabras
en las que nadie creerá.

-No entrarás –dice la piedra-.
Te falta el sentido de la participación.
Y no existe otro sentido que pueda sustituirlo.
Incluso la vista omnividente
te resultará inútil si eres incapaz de participar.
No entrarás; ese sentido, en ti, es sólo deseo,
mero intento, vaga fantasía.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.
No puedo esperar mil siglos
para entrar en tus paredes.

-Si no crees en mis palabras –dice la piedra-,
acude a la hoja, que te dirá lo mismo que yo,
o a la gota de agua, que te dirá lo mismo que la hoja.
Pregunta también a un cabello de tu cabeza.
Estoy a punto de reír a carcajadas,
de reír como mi naturaleza me impide reír.

Llamo a la puerta de una piedra.
-Soy yo, déjame entrar.

-No tengo puerta –dice la piedra.


Wislawa Szymborska