Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

domingo

Ay

Cuando digo ay, me rompieron el corazón. Lo estoy sintiendo real. En la vísceras, en cada hueco de mi cuerpo. Estalla, me patea. Es adentro y afuera, son ráfagas, olas bravas, es viento de huracán. Romper un corazón es posible. Se abre en gajos, tiembla. Se le hacen moretones, mira diciendo 'basta, por favor'. Ahora lo siento más. Cada segundo aumenta. Se está descascarando. Descarnando. En partecitas, se hace polvo húmedo. Se contrae y se va consumiendo. Me lo escurren desde adentro, veo tajos, surcos negros. No puedo más que dejarme morir. No puedo más. Soy pulso que apenas late, en carne viva. Me voy por ahí, me chupa para adentro. Son espasmos, retorsijones. Casi no siento. Casi. No. Siento. Es real. Es un dolor en el pecho, a la izquierda. Donde de chica le dibujaba el corazón a las muñecas. Me pienso de chiquita y me veo ahora así, hecha caca. Achino los ojos. Cómo me metí en esta. Me abrazo, para no irme. Y hundo la panza, muerdo con fuerza, las escapulas intentan unirse adelante, en el centro. Y odio. Me odio, te odio, odio a dios. No entiendo nada. La cabeza está en cortocircuito, los pensamientos me pinchan, me queman, son descargas electrificada. Necesito un martillazo en el pecho. Quieta, así quedate tranquila. En silencio. Qué agudo. Qué filoso. Mastico impotencia. Trago cobardía. Trago imágenes. Fantasías. En la saliva se mezcla lo que soy capaz y lo que no me animo. Y adentro, lo trago. Baja. Lo siento en la panza. Bronca, tristeza, no saber. Qué carajo se. Lo innombrable hecho pelota en la garganta. Empujo con la carne y los músculos del cuello. Dale, baja. Está enquistado, como vos en mi cabeza. En mi. En mi todo. Y pienso en abrojos. Esos cositos que se le pegan a mi perra entre las piernas. Por qué carajo seremos abrojos. Abrojos humanos que vamos pegoteándonos unos a otros. Se pegotean nuestras vidas. Se sueltan. Se encastran, se acoplan. No nos damos cuenta. O si. Casi que no es voluntario. Y duele, y hay que elegir entre avanzar o quedarse abrojado. Y decí que estoy haciendo esto porque sino me mato. Esto, escribirlo. Decí que puedo escribirlo. Aunque sea. Es un bicho, un bicho malo y me lo saco. Lo tiro a esta pagina virtual. Lo revoleo. Qué mentira. Lo meto en este mundo intangible. Qué feo. Si lo escribiera en una página de papel lo quemaría. Una muerte simbólica. Lo quemaría en silencio y en la oscuridad. Sería un fogonazo y después humo y oscuridad de nuevo. Así pasan las cosas en la vida. Porqué necesito de todo un símbolo. Hacerte símbolo. Porque significás. Hacés ruido. Decís. Bien. Mal. Lo acepto. Lo último que dijiste me dolió.

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