Frescura

Frescura
Pero el ruido del mar no se comprende, / se desploma continuamente, insiste / una y otra vez, con un cansancio / con una voz borrosa y desganada.... [Circe Maia, 1932]

lunes

Los arbolitos

(La Casa del Árbol)

Naco es un roble
Gon, un ombú. 
Lincha es un álamo
y Rewis, palo borracho.
A mí, que soy Juan
me gusta el ébano,
a la Lu le toca el manzano.
Gordo Tom, resultó una secuoya.
Rafinha es una palmera y el ruso
un quebracho. Castro, en realidad,
es un ciprés. Ogui es un nogal. Beto
una acacia. Y Juli, con flores púrpuras,
un jacarandá. Y manija es un ficus.

sábado

Bossi




No hay que confiar en las apariencias, aunque sin ellas
no se pueda vivir.
Yo, por ejemplo, parecía un niño muy pobre.
Me vestía con la ropa que habían juntado
los vecinos del barrio
o las señoras (incansables) que trabajaban
en la cooperadora de la escuela.
Parecía que no tenía dónde caerme muerto, y sin embargo
yo te tenía a vos.
Era un oro terrible, y muy codiciado
que no me dejaba respirar.


La camioneta brilla en la oscuridad
y tu delgado cuerpo brilla lo mismo
adentro de ella
como un sol de noche.
Ningún rastro más.
Solo nosotros dos, abriendo la puerta y entrando
a no sabemos qué.
El amor no, todavía. O sí.
Prefiero que sea amor lo que nos damos,
lo que nos dimos aquella noche, uno
junto al otro, encima del otro.


Para mi bien o mi mal
cerré los ojos y pensé
que si el mundo entero reventaba
finalmente, por los cuatro costados
no tendría la menor importancia.


Fragmentos del muchacho de los helados y otros poemas
de Osvaldo Bossi

miércoles

de La casa del deshielo


la pescadora

la mujer le daba duro a medio mundo
rumbo arriba y un simple:
¡cornalitos! que con las uñas
retiraba de entre los hilos de alambre como
una araña sabia en aguas

ponía
los pececitos en un bidón recortado a
cuchillo y esa era la tarea: verse
en el reflejo de la ría
juntar
fruto de a poco

lo demás: tanques vacíos
sonares secos en lanchas líneas fijas al
fango y a cigüeñas entre
las poses del paseante

la nube al fondo con hebillas en
el pelo pastizales y patos
picazos revoleados todo en
pompa: globo globulinas de
sol ya en el flanco del ¡mirá
qué grande es éste, nene!

y un chico corrió hasta la mujer
abrió la mano
y atragantó al pejerrey por las agallas

Joaquín Valenzuela

Sobre el Sensei, Huidobro y el arte de crear...

Puedo viajar a la clase de la secundaria en la que Javier nos leyó este poema. Escucho su voz, el ritmo y la cadencia con que entonaba cada verso. El arte de la poesía, para el chileno Huidobro, era asumir la condición creadora de un Dios. No era chiste. La poesía se sabía poderosa, sacra. En el creacionismo, no había lugar para titubeos, porque lo que está de más "cuando no da vida, mata". También hay dejar al que lee temblando. Que la conmoción quede latiendo en su pecho, cabeza y ojos. Nada de andar escribiendo odas y cantos de admiración, hacer florecer la rosa, hacer parir la vida, mostrar el proceso.
"El Poeta es un pequeño Dios", remata el chileno. Y ahí esta. Tal vez, fue eso, Sensei. Atrás del pucho y la bufanda cuadrillé, había un pequeña deidad.
 

Arte Poética de Vicente Huidobro   

  Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.

     Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

     Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

     Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

     El Poeta es un pequeño Dios.



De El espejo de Agua, 1916

lunes

Dos domingos lindos lindos

Las últimas juntadas fueron buenos encuentros. De esos que le hacen sentir a uno que vale la pena haberlos vivido. Y en la vuelta a casa, entre sonrisas y recuerdos, nos damos gracias por habernos llevado hasta allí.

El domingo anterior la hoguera fue la música. Nuestros amigos del Durazno Inconmesurable, Inintelegible, Increible, etc, etc nos abrazaron con su ritmo contagiosamente inevitable, o viceversa. Las creaciones avanzaron por todas las superficies alumbradas a velita de color. Fue muy lindo el "mural de piso" que intervenimos entre todos con témpera, acrílico, recortes, marcadores, crayones... pero sobretodo con nuestras manos.

Ayer sopló otro viento por el Árbol. Sonó Bill Evans y sus amigos: al frío polar lo entibió el buen jazz y el vino. Ine, Prato y Palu se treparon a la casita del árbol y no les quedó otra que unirse al ya mítico partido de carioca de los Árboles, que una vez más se las trajo. Como de costumbre, Ogui nos deleitó con sus finísimas pizzas humeantes. También se coloreó mandalas y mandalitas, y se armó con recortes de diario más de una "carta de secuestro".

Todo eso y muito mais de la magia antidominguera pasa en nuestra Casa del Árbol cada Juntada Creativa. Pasa, vuelve a pasar y queda. Adentro quedan lindas imágenes.

mural de piso


Ritmo, suavidad, las voces dentro no te dejan respirar
te tenés que mover, tenés que reir, tenés que roer tu felicidad.
Pero igual seguís, como si no pudieras parar, como si cada
palabra te fuera a matar. Y si cada ladrillo retuerse

tu oscuro brillo, que enseña a la gravedad a no actuar,
podría ser que la duda te lleve hacia un mejor lugar…
Lo bueno lo malo, lo que no se deja tocar y las muchas
maneras de querer… en rezar, describir, trabajar, dar de cenar…
Mientras el apetito vuelva no vas a escuchar, porque los
sentimientos se mueven siempre en el paladar…
Se mueven en tu corazón, se mueven tu hablar,
se mueven en las cosas que podés llamar.
Se mueven por vos, se mueven no más, pero quieras
o no, es la única manera de justificar porqué estamos
aquí, porqué estamos acá.











Te conocí un día que estaba escribiendo sobre vos.
Escribía sobre tu piel, sobre cómo sería nuestro primer
encuentro y mientras las palabras en forma de líneas
recorrían tu piel, todo cobraba ese impulso sobre sí,

ese impulso que cobran las formas y maneras cuando
pueden ser.












Hasta hoy.
¿Quién es el que puede sobrellevar una vida sin que le importen los demás?
¿Cómo es posible que pase, que siga, que salga, qu vuelva?
¿Será la soledad que siempre vuelve al mismo lugar?
En este momento todo pasa como sí quisiéramos que pase ¿queremos que pase?
Mientras tanto las fantasias se vuelcan inconmesurables, ineditas.
¿Para qué tanto dolor? ¿Para qué tantas preguntas?
¿Para qué vestirse, si aunque llueva nos vamos a mojar?
Hago esto así y es como me sale, ¿vos podés hacerlo mejor?
Yo puedo hacerlo mejor, que lo que lo había hecho antes.
Pero no puedo comparar mis actos con los tuyos, ¿cómo es posible?
No es posible, no se llega nunca a llegar.
Siempre nos perdemos, incluso, al encontrarnos.
Todo sale al final, aunque no sé muy bien dónde y cuando es el final.
¿Importa de qué somos libres? Tenemos la noción de un límite que actúa en nuestro interior
promoviendo la idea de cúan libre somos.





 
cadáver exquisito con fragmentos de libros
Llegó por fin aquel día en que él dejó de ser lo que creía que era.
No fue por que se lo haya propuesto, sino por alguna razón tan espontanea
como una estrella fugaz. En aquella noche se olvidó de pensar y empezó a sentir.
Sonrío y le dijo “cómo puede ser que acá, acostados en la mitad del campo
 dónde más insignificante nos vemos, el universo siento adentro mio.














Diálogo entre Masajista orgullosa (A) y El obrero metrosexual (B)
B: ¡Buen día! Me gusta tu pantalón.
A: ¡Asqueroso! No te gusta mi pantalón…
B: ¿Por qué pensás que soy asqueroso?
A: Porque es obvio que no te gusta mi pantalón, me estás mirando el…
B: ¿Siempre lo hacemos?
A: Ustedes los obreros son unos mirones…
B: ¿Dónde los compraste?
A: ¡¿El pantalón?!
B: Si.
A: ¿Qué te importa?
B: ¡¡¡Te dije que me gustó!!!
A: Y yo te dije que no te creo.










El hipopótamo naranja lo pienso como un ser salido de un cuartito que está en tu cueva.
Tu cueva con una llave que el llavero dice “cueva” y yo sin saber le digo así.
Sos un hipopótamo. Un hipopótamo naranja. Podrías se amarillo, rosa, verde. Pero sos así.
Porque no podés se de otra forma, porque sos el único hipopótamo naranja que conozco.
Y eso te hace ser Roberto, loco de momentos, de a saltos con peso, rebote y ruido.
El ruido es hipopótamo, pero naranja sos solo vos.





Camarita. microscópica. Para mirar la obrita de lejos.
En verdad, para poder mirar la gotita que le sale a la
actriz principal. Esa gotita que cualquiera de ahí arriba
le gustaría que sea lágrima. Pero es transpiración de
nervios y yo, desde mis anteojos superpoderosos la veo.
Te veo la debilidad de personaje con peineta de adorno
antiguo. Siento que guardo su secreto en falso.




Y ahora algunas imágenes congeladas...























viernes

no es lo que te pasa



Esto que lees no es
lo que te pasa, no
busques en esta poesía
un poco de indentificación.
No sé como funciona eso
de escribir y dar consuelo.
Tomo mate, quizás como vos,
y es genial con cuernitos o tortitas
negras. Odio el tráfico cuando
el bondi no avanza, pero está súper
cuando no quiero llegar a un lugar.
Los perros, para mí, son la ternura
y grandes modelos a seguir. Y un
lugar en el mundo podría ser
el patio de la casa de Betty y el Abu
en Campana. Tal vez con algo de esto
 digas ‘Yo también’, pero es que no es
tan original. Por eso, te advierto:
lee el poema sin pretenciones
¿dificil, no? Haceme caso:
¡No te busques!
¡Ni lo busques!
¡Ni la busques!
Sé que por más que digas
‘está bien’, lo harás.


jueves

Haikus

Cro-cro cra-cra
La alegría del mundo
            Te pertenece




Querido escuerzo
No me mires así
           Que estoy de paso




Muy bueno días
Muy buenas tardes
        Esperando a Godot




A qué la luz de ayer
Puta tiniebla




A cada rato
Alaridos de viento
             Diciendo qué




Antes de irme
Voy a colgar la ropa
               En una percha



Amo la lluvia
La desearía siempre
               Sobre mi cara




Entre tus piernas
La rabia de vivir
              Vale la pena




Fin del partido
La gloria de vivir
           Haberte visto



Javier Adúriz

lunes

poema


Hace algún tiempo

Hace algún tiempo
fuimos todas las películas de amor mundiales
todos los árboles del infierno.
Viajábamos en trenes que unían nuestros cuerpos
a la velocidad del deseo.

Como siempre, la lluvia caía en todas partes.

Hoy nos encontramos en la calle.
Ella estaba con su marido y su hijo;
éramos el gran anacronismo del amor,
la parte pendiente de un montaje absurdo.
Parece una ley: todo lo que se pudre forma una familia.




Fabián Casas

domingo

tirados





Che, loquito 

cuando despierto acá, 
a lado tuyo, la vida
me es menos ambigua. 

Mirala, ¡es como si parpadeara! 

estamos en la playa hace tanto

en silencio, mirando nuestro silencio,
tan de cerca 
que lo desconocemos. Y está bien. 

Ahora todo tu cuerpo busca
la mejor posición para quedarse dormido 

tu pelo a un lado de la campera,

hecha almohada. Mi codo hundido 
en el medio y en la otra punta, el vacío. 

Te miro como a un dios: 


en tu cara hay una ruta.
A ambos lados de tus ojos, 
charquitos llenos de historia. 



Y tu boca, vacía, 
asumiendo 
un riesgo casi heroico,
o las fortuitas consecuencias.

fotos

I.
Y cuando suena ese disco 
que escuchamos en la ruta,
veo la montaña con nieve al norte
Piso baldosas pero me siento sobre
las ruedas de tu auto, como cuando acelerabas
 y parecía que nos íbamos a estrellar.

Con la mano en tu nuca y la palabra
floja, así me veo cuando escucho esa 
música. Tomando el mate que improvisamos
en ese frasco de vidrio.
Y me demoro en una plaza, 
para pensar mas intensamente.
Y me doy cuenta que estoy viajando
porque cuando pienso en nosotros
veo una ruta, porque 
quizás, lo nuestro sea asi:
un gran viaje.



II.
No teníamos vela,
Ni mesa, ese antro a donde
me llevaste era fiero.
Unos pibes se pusieron a bailar
ochentosos y vimos una pareja 
contra el espejo y bromeamos 
con que habian salido a tomar algo
con ellos mismos. 
Ese antro era fiero,
pero estábamos cerca
y eso era lo más lindo.
el contacto con tu piel era la salida. 




III.

En el dique hicimos silencio
Y el silencio se filtró en nuestro abrazo.


Me dijiste que en el valle
había tigres de bengala
y no te creí.
Pero después, ¡sorpresa!
Descubrimos una huella 
en lo que fue el lecho del lago
y esa tarde era nuestro suelo.


Una huella sola, 
un tigre de bengala, 
de una sola pata.

Así de raro es lo nuestro, pensé. 
Así de increíble.
 

canción



Un dia te despertas y caés en la cuenta:
amás a alguien.

Y tus ojos,
comoporartedemagia
se desaguan en lugares insólitos:
sobre la yerba del mate,
frente al espejo del ascensor,
bajo la ducha,
inchastrando las calles de tu barrio,
al viajar en radiotaxi y en el 152,

Estás atravezada.
No hay pilotín, ni pañuelo que
valga para frenar el goteo en la sala
de lectura de la Biblioteca Nacional.

¿Qué querés entender?

Llorás porque te pasa
el amor. 

miércoles

Otra noche de juntada creativa



El domingo 23 hubo juntada en el Árbol. Como otras veces el espacio se compartió y esto dio frutos. Aparecieron, como por arte de risa, Club Social & Divertido Groucho y se nos aflojaron las mandibulas y el bocho. En las paredes rojas colgando, una ronda de cuadros hermosos. La música fluyó libre antes, durante y después. Proyecto Hyrterya sonó de arranque y el loopeado misterioso de Gastón con Ruiz punteando en el bajo al final. Para cerrar hubo ceremonia del te, en mesita ratona con almohadones y galletitas y la Manix, como de costumbre, correteando por ahí.

Acá las letras, formas y colores de la noche. Acuarelas, collage, cadáveres exquisitos, dibujos continuados... expresiones de un domingo casi lunes.


La gente cuando se aburre inventa palabras invisibles y vomita sobre libros. Yo, cuando me aburro, cuelgo mis ojos en un espejo y arranco un mechon púbico esperando oir un no como respuesta. Debe ser que el frío me condiciona a esperarte en la cama aunque tardes más de cien horas en colocar tus pies dentro de mis piernas.
(Cadáver exquisito hecho con frases del libro De las bestias que me acosan de Roxana T. Niera por Maxi Ruiz)


se pintó mandalitas



club social y divertido Groucho


Aaa todo por cariño artificial.
Me temo que soy otra mentira
creo al menos estar vivo,
sino digamos…
Esto que no puedo escribir
Me enseña pero no
puedo ante sus presencias
cautivas de mi y yo de ellas
y nos da cosita.



Se escaparon para vivir
de lo que no inunda
y no llena los ojos
color carne cruda
y no pica, no hace
tamblar…





Y compito por lo que no quiero…
Pricionero de lo que no explicas…






¿Historias de Trasnoche? Qué habrá dicho el presidente entre las 23:05 y las 23:06; “Desde tiempos inmemorables, en nuestra cultura lunfarda”. Y es que no quiero pisar el suelo por si se borran las marcas que dejé, hay silencios clavado en el fondo de éste poema y nos cuidan con la espada de oro. Un vaso sin fondo, no lo que vos me contás, sino la verdad. ¿Qué es la verdad?


proyecto hysterya

Cadáveres exquisitos
Dame la lata!
Rebotando en la oscuridad
nunca tan claro en el sueño
Escucho unas baladas amarillas
Me paso en el dedo índice por la ingle.
Miro de nuevo:
ya lo sabemos.

La vida es una…
Despertada del sueño…
Que te cogias a…
Tu madre mientras…
Veías Drácula!!!





dibujo continuado


Tal vez recuerda aquellas noches de miedo cuando dormíamos en uno contra el otro y el fuego dibujaba fantasmas en el aire. No sabemos morir.
Busco en el baúl la sonrisa que deje escondida para no perderla con las patadas en la cara que voy dando.
(Poema compuesto con fragmentos de los libros Poesía y monton de ojos de Pedro Dalton y Despojos de Miguel Angel Morelli por Maxi Ruiz)




Penetrar la maraña de miradas, solo para encontrar la tuya, pero vos andás buscando unos ojos, que quizás no son los míos, son los de otra. Pero aún así penetro en la maraña y encuentro tus ojos y los miro y me pierdo en rato, me adentro en una nube cósmica y cuando vuelvo tus ojos siguen ahí, buscando los de (quizás) otra.



Escucho unas balada amarillas con vinilo gastado por tu tiempo que jamás alcanzo con mis explicaciones baratas.
Mi contexto rebalsa mi pasado, un dobladillo de lo que jamás señaste posible.
Pensaste siempre vacía así nunca dejás de hacer tu verdadero significado.




Cada uno hace su poema de venganza. Mi madre creía en dios y hablaba con él en voz alta. Pero un día llegué y ella no estaba. Fue como volver a nacer. “Sos una ninfómana chiflada, que intenta tener a todo el mundo en un puño”, debió decir. Él lo dice de otro modo: “desaparece la luz de los ojos. Estiro los labios,
alargando la lengua. Quiero un grito enorme, un grito como el mundo. Como si estuviera loca.” ¿Cómo estás hoy?
(Cadáver exquisito con fragmentos de los libros: Poesía y un montón de ojos, Despojos, Historias de último tren, La poesía opaca, de las Bestias que me acosan, Cuento con vos. Autor: Julián Seganías)



El del Barquito está al horno / La entrevista: culturas híblidas / Siempre mirando el reloj, siempre se hace tarde. / Nunca disfruta un momento para conectarse con él.



Ella no quiere darle un beso, porque es el marido de su hermana. Pero está enamorada de él desde la infancia. Finalmente lo besa.